El impacto del incidente que se suscitó en una escuela superior en California, en la que un partido de baloncesto terminó con una nota aciaga cuando alumnos de uno de los institutos educativos lanzaron consignas racistas contra el equipo contrario, ha sido disminuido por algunas personas concernidas que han señalado que los jóvenes no tenían la intención de humillar a nadie por su origen étnico.